jueves, 11 de diciembre de 2014

Querido desconocido.

Hoy te escribo a ti, a quien eres y a quien serás, porque lo eres todo y a la vez, no sé qué eres.

Para mí, eres cuando me falta el aliento,
eres calor en mi pecho,
tensión en mi piel cuando sonrío.

Pero aún no eres tacto,
no eres olor,
no eres sexo.

Espero el día en que, por fin, el verbo se haga carne.