Adiós. Gracias.
Esas fueron las últimas palabras cruzadas. Y ahora dejan de existir para el otro. Y no hay normalidad. Sólo pena. Y sólo las ganas de gritar...
"Siempre
te echaré de menos. Joder. Nunca quise ese final. De hecho, nunca quise
ninguno. Y la excusa barata que usé, más la miro, más la gasto
releyendo, y más asco me da. Qué iba a querer nada. Contigo era todo.
Pero supongo que no supe manejarlo. Y sí, tiene nombre: Gilipollas.
Cobarde. Imbécil"
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